El planteamiento europeo sobre la nueva maquinaria adaptada a la Era Digital. La Comisión Europea (CE) presentó el pasado 21 de abril de 2021 la propuesta de regulación COM/2021/202, al Parlamento Europeo y al Consejo para robots y maquinaria que sustituirá la directiva en vigor de 2006 (Directiva 2006/42/CE), que ya está desfasada por los nuevos avances tecnológicos, como se pone de manifiesto en el informe sobre las implicaciones en materia de seguridad y responsabilidad civil de la inteligencia artificial, el internet de las cosas y la robótica que acompaña al Libro Blanco de la Comisión sobre la Inteligencia Artificial (IA), en el que se concluye que la legislación vigente en materia de seguridad de los productos contiene una serie de lagunas que deben subsanarse, sobre todo en la Directiva sobre máquinas.
Simultáneamente, a esta propuesta para robots y maquinaria, la Comisión Europea ha propuesto una ambiciosa legislación a nivel de la UE sobre la Inteligencia Artificial (IA). Es una regulación enfocada sobre todo al control de los riesgos que plantea la IA, y poder sacar más provecho con confianza de las ventajas que aporta. Es una propuesta dirigida principalmente a proveedores y operadores, en el marco de la UE, que va más allá de los principios éticos para la IA acordados en el marco de la OCDE o del G20.
Esta propuesta marca que la autorregulación de toda una industria está llegando a su fin, y además es muy importante por la conexión de la IA y los robots, porque si al automatismo añadimos inteligencia tenemos un robot que actúa con patrones humanos. Son los denominados cobot (abreviatura de ‘collaborative robot’, robot colaborativo, en inglés).
Robots Industriales y Cobots Colaborativos
La definición de robot más comúnmente aceptada posiblemente sea la de la Asociación de Industrias de Robótica (RIA, Robotic Industry Association), según la cual: “Un robot industrial es un manipulador multifuncional reprogramable, capaz de mover materias, piezas, herramientas, o dispositivos especiales, según trayectorias variables, programadas para realizar tareas diversas”.
Esta definición, ligeramente modificada, ha sido adoptada por la Organización Internacional de Estándares (ISO) que define al robot industrial como: “Manipulador multifuncional reprogramable con varios grados de libertad, capaz de manipular materias, piezas, herramientas o dispositivos especiales según trayectorias variables programadas para realizar tareas diversas”.
La Federación Internacional de Robótica (IFR, International Federation of Robotics) distingue entre robot industrial de manipulación y otros robots: “Por robot industrial de manipulación se entiende una máquina de manipulación automática, reprogramable y multifuncional con tres o más ejes que pueden posicionar y orientar materias, piezas, herramientas o dispositivos especiales para la ejecución de trabajos diversos en las diferentes etapas de la producción industrial, ya sea en una posición fija o en movimiento”.
Los últimos avances tecnológicos han permitido transformar los robots industriales, reduciendo los costes de automatización y proporcionándoles nuevas habilidades de percepción, movimiento y aprendizaje.
Aunque tenemos antecedentes históricos datados en el siglo IV antes de Cristo de diferentes artilugios, los más parecido a un robot, como se recordaba en el semanario sobre inteligencia artificial de la Fundación Clerici en Milán el pasado diciembre de 2021, son los autómatas del Medievo creados por Leonardo Da Vinci hacia 1515, que desarrolló un león mecánico de tamaño real capaz de caminar y que de acuerdo con los testimonios el “animal” era capaz de moverse por sí solo, y cuando se golpeaba su costado con un látigo dejaba caer de su vientre una lluvia de lirios, símbolo de la monarquía transalpina. La era de los autómatas destinados a entretener nobles acabó pronto y las ideas plasmadas por ellos fueron recogidas por los industriales del siglo XVIII que se dieron cuenta de la importancia de la automatización en la industria. De esta forma el inicio de la robótica actual puede fijarse en la revolución de la industria textil del siglo XVII.
Actualmente, con las tecnologías emergentes de los robots colaborativos y móviles la prevención de riesgos y la seguridad y salud en el trabajo adquiere una nueva dimensión de la tradicional que contemplamos con los robots confinados, y quizás disruptiva si contemplamos la Inteligencia Artificial porque si al automatismo del robot le añadimos inteligencia tenemos un robot que actúa con patrones humanos, como ya hemos apuntado anteriormente. En la actualidad los cobots son el segmento de mayor crecimiento de la automatización industrial. Según datos de la Robotic Industries Association (RIA), se espera que en 2025 se multipliquen por diez hasta alcanzar el 34% de todas las ventas de robots industriales.
Fuente: Interempresas