Hablar del futuro energético en 2024 es adentrarse en un territorio de cambios rápidos y decisivos. Nos encontramos en un momento crucial de transición hacia energías más sostenibles y eficientes. La última cumbre del clima, COP 28, marcó pautas ambiciosas: triplicar la producción de energías renovables y duplicar la eficiencia energética para 2030. Este impulso hacia la sostenibilidad destaca la necesidad imperante de abandonar los combustibles fósiles.
El cambio hacia las energías renovables se impulsa por varios factores, incluida la urgencia de reducir emisiones contaminantes, la estabilidad de precios y los avances tecnológicos. Esto configura un futuro eficiente, asequible y respetuoso con el medio ambiente. Sin embargo, enfrentamos el desafío de desarrollar soluciones cada vez más inteligentes para lograr un mundo con cero emisiones de carbono en 2050.
Este año proyecta un repunte en la demanda y consumo de energía después de la desaceleración causada por la pandemia y otros factores. Este aumento, aunque podría interpretarse como indicador de recuperación económica, plantea la preocupación de un uso más intensivo de combustibles fósiles. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé un repunte en la demanda de petróleo y el carbón, a pesar de señalar que el carbón alcanzará su punto máximo este año.
A pesar de la actividad intensiva en combustibles fósiles, el 2024 también promete ser un año récord para las energías renovables. Se espera un aumento del 20% en la capacidad instalada de energía renovable, alcanzando los 550 GW. Este impulso se alinea con el modelo energético basado en las 4D (descarbonizado, descentralizado, democratizado y digitalizado), promoviendo un sistema más justo y sostenible.
Aceleración de renovables y electrificación
La creciente apuesta global por las energías renovables y la electrificación contrarrestará el aumento en la demanda de petróleo y gas. La energía solar y eólica liderarán este avance, con un aumento significativo en la capacidad instalada. La fabricación de componentes fotovoltaicos se duplicará, alcanzando los 1,000 GW. A pesar de los desafíos asociados con la obtención de minerales clave, este impulso renovable es esencial para crear un futuro energético sostenible.
El 2024 no solo representa un aumento en la demanda de energía, sino también un año crucial para avanzar hacia la sostenibilidad. La eficiencia energética y la transición a fuentes renovables son los pilares fundamentales para un futuro que no solo se prevé, sino que se construye activamente.