Según un reciente estudio de IRENA (International Renewable Energy Agency) la energía hidroeléctrica representa la mayor parte de la capacidad renovable. Pese a estos números, la flota hidroeléctrica mundial está envejeciendo (aproximadamente el 50% de la capacidad instalada tiene más de 30 años) y una cantidad considerable de capacidad debe renovarse. La Perspectiva de la Transición Energética Mundial de IRENA sugiere que la capacidad hidroeléctrica mundial deberá duplicarse con creces para 2050 si se quiere lograr el objetivo climático de 1,5 ° C del Acuerdo de París.
Sin duda, tenemos un gran reto por delante para desbloquear las inversiones necesarias, lograr la viabilidad financiera necesaria a través de mercados justos y remuneración, asegurar la sostenibilidad, seguir innovando en tecnología, mercados y modelos de negocio, así como conseguir una planificación más integrada. Todo ello clave para mejorar nuestra capacidad hidroeléctrica.