Es el lema elegido este año por la ONU para celebrar el «Día Mundial del Medio Ambiente«, el 5 de Junio, y que tiene por objetivo concienciarnos de la importancia que tiene la restauración de los ecosistemas.
El «Día Mundial del Medio Ambiente», fue acordado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972 y marcó un punto de inflexión que llevó al desarrollo de políticas a favor de la naturaleza para sensibilizar acerca de la importancia del medio ambiente, impulsando la atención y acción política en contra de su explotación y maltrato.
Cada tres segundos, el mundo pierde suficiente superficie de bosque como para cubrir un campo de fútbol y, tan solo en el último siglo, hemos destruido la mitad de nuestros humedales. Hasta 50% de nuestros arrecifes de coral ya se han perdido y para 2050, hasta 90% de ellos podrían perderse también, incluso si el calentamiento global se limita a un aumento de 1,5°C.
Los próximos diez años serán clave para detener y revertir la degradación ambiental de los ecosistemas del mundo para lograr los objetivos globales marcados en la Agenda 2030. Esta iniciativa nos permitirá mejorar nuestra calidad de vida, ayudar a erradicar la pobreza en el mundo y encaminar a la sociedad hacia un futuro más sostenible.
En esta misma línea trabaja nuestro grupo ISEGA, comprometido con sus actos, con la sociedad y con el entorno, y lo hacemos apostando y desarrollando políticas preventivas y de protección del medio ambiente, y estando avalados y acreditados con las mejores certificaciones.